SÓLO POETAS. INGER CHRISTENSEN




La poesía experimental tiene nombre de mujer. Inger Christensen fue una de las poetas cumbre del siglo pasado, pero ni los premios Nobel ni la editoriales españolas llegaron a tiempo para reconocer su trabajo.

La eterna nominada a los Nobel hasta su muerte en 2009, escribió poesía, ensayo y literatura infantil de manera brillante, entremezclando las matemáticas, la fonética y la sociología en sus escritos, construyendo metalenguaje en su poesía.

Entre sus pocos escritos traducidos al castellano contamos con Eso (1969), una obra extensa donde reflexiona sobre el lenguaje como constructor social. Un magnífico poemario donde la filosofía está inmersa en cada verso introduciendo todos aquellos temas cruciales en la literatura: la muerte, el paso del tiempo, el amor, junto a reflexiones sobre el poder y la sociedad, con la palabra como centro de todo. Un tratado social y natural en formato lírico imposible de catalogar dentro de los límites de la literatura convencional.

Fingen porque es una sociedad lo que fingen, porque ellos no son los únicos que fingen y porque con sus vidas aleatorias como una única apuesta quieren mantener su muerte aleatoria al margen de la forma fictícea. 

Fingen porque es una libertad lo que fingen, porque están obligados a creerse libres y porque ellos, cuando se creen libres, olvidan lo que es la libertad y olvidan su propia muerte. 

(...)

Después de que el escenario, tras haber sido
minuciosamente lavado, corroído
con ácido, desapareció, surgió
el hedor, la náusea, el vacío
la necesidad de decorado de las palabras:

“el espejo” deseaba un espejo,
“el eructo” deseaba un eructo,
incluso “el ácido” deseaba un ácido
“el decorado”, un decorado,
las palabras
creaban sus propias condiciones,
hacían un mundo de “el mundo”.

El otro poemario que podemos encontrar traducido es, para muchos, su obra cumbre. En Alfabeto, desde la A hasta la N, combina la poesía con la secuencia numérica de Fibonacci, de manera que los versos de cada estrofa son la suma de las dos estrofas precedentes.  Para la poeta este juego matemático era una forma de homenaje al orden que encontramos en la naturaleza y a cómo el lenguaje y su belleza surgen de lo natural. Para representarlo utiliza la fonética como hilo conductor del poema generando un todo perfecto, un poemario que surge de los albaricoqueros para extenderse como un árbol. La edición bilingüe de Poesía Sexto Piso permite leer el texto original y observar la construcción minuciosa de Christensen.

Ambos poemarios son traducidos por Francisco J. Ruiz, que se ha volcado de forma respetuosa para tratar de conservar la esencia del artefacto poético.

los albaricoqueros existen, los albaricoqueros existen

los helechos existen; y zarzamoras, zarzamoras
y bromo existen; y el hidrógeno, el hidrógeno

las cigarras existen; chicoria, cromo
y limoneros existen; las cigarras existen;
cigarras, cedros, cipreses, cerebelo

(...)

fragmentos de una primavera, una de esas
tardes en que los camino se casi
desaparecen en el azul, pero nadie
se mueve; el polvo del camino recuerda
el polvo del camino donde la mayoría 
son fusilados y el silencio arrastra
piedras, pero no ocurre nada

en alguna parte cae un aparador
algo que no ha tocado nadie,
tal vez mientras mi abuela está 
como siempre ha estado en su
cocina preparando crema de albaricoque;
se que está muerta, pero el aroma
es tan intenso que el cuerpo que lo percibe

Lamentablemente quedan muchos escritos que aún no han sido traducidos al castellano. Esperemos que las (cada vez más) editoriales que empiezan a ofrecernos textos de mujeres nordicas se acuerden de que nos queda mucha Christesen por leer.

                                        La Lobera





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